Les queremos compartir el discurso de despedida que pudo dar la Promoción 2020, ocho meses después de graduarse durante la pandemia.
El pasado 27 de febrero, la promoción 2020 estuvo en el colegio en una ceremonia íntima para dejar sus manos en el árbol y entregar la llama a la promoción 2021, y de alguna manera pudo despedirse de su colegio y algunos compañeros que los acompañaron.
Estas fueron las palabras de Juan Simón Peñaranda, exalumno de esta promoción, para todos los asistentes.
Buenas tardes,
Es muy emocionante volver a dirigirme a ustedes por última vez, en el lugar que fue mi casa por tanto tiempo. Ya cercanos a cumplir 1 año desde que todo cambió, venimos a despedirnos formalmente de nuestro colegio, nuestros docentes y de nuestros compañeros.
Hoy les hablo ya estando casi a la mitad de mi segundo semestre de universidad, parado aquí recordando lo que hace tan poco fue, pero que parece haber ocurrido hace tanto tiempo. Me encuentro hablándoles con un sentimiento de nostalgia, pero a la vez, uno de felicidad, por verlos a todos aquí presentes una vez más.
Esta pandemia cambió por completo cómo veíamos las cosas, cómo vivíamos y cómo pensábamos. En un abrir y cerrar de ojos, ya teníamos nuestros diplomas y yo estaba terminando mi discurso de graduación. Nos despedimos en una ceremonia que rompió con todas las expectativas y que sé, vivirá en la memoria de nosotros seis para toda la vida. Los seis tomamos caminos diferentes, pero hoy nos unimos nuevamente para darles un último adiós.
Veo a la promoción 2021 con mucho orgullo, los nuevos líderes del colegio que, a pesar de la adversidad, han logrado llevar este año de la mejor forma posible. Es un poco extraño verlos y pensar que están en la posición en la que estábamos nosotros el año pasado, ya pensando en sus carreras, en lo que será su vida posterior al colegio y cual es el paso para seguir. Se les viene una gran etapa en sus vidas, y eso que he vivido gran parte de ella de forma virtual. Tomarán rumbos distintos, que tal vez por muchos años no se vuelvan a cruzar, pero siempre tengan presente de dónde vienen, y quién fue su primera familia.
Abracen los momentos que fueron, que son y que serán. Disfruten su colegio, a sus profesores y directivos, a sus amigos y compañeros porque -créanme- el tiempo vuela, una afirmación que, sin razón alguna, nadie cree cuando se lo dicen. No le tengan miedo a lo que viene, -de nuevo créanme-, adaptarse es muy fácil, existe un lugar para cada uno de ustedes y en ese lugar, encontrarán su gente. Queda decir que de parte mía y de toda mi promoción, buen viento y buena mar, justo como María Cris solía decir.
Muchas gracias a todos, cuídense mucho.